Por quién doblan las campanas, en inglés For Whom the Bell Tolls, es una novela publicada en 1940, cuyo autor, Ernest Hemingway, participó en la Guerra Civil Española como corresponsal, pudiendo ver los acontecimientos que se sucedieron durante la contienda.
El título procede de la "Meditación XVII" de Devotions Upon Emergent Occasions, obra perteneciente al poeta metafísico John Donne, y que data de 1624: "Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra.; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quien doblan las campanas: doblan por ti.".
La trama se desarrolla en España durante la Guerra civil Española, y se articula en torno a la historia de Robert Jordan, un profesor de español oriundo de Montana, que lucha como especialista en explosivos en el lado republicano. El general Golz le encarga la destrucción de un puente, vital para evitar la contraofensiva del bando Nacional durante la batalla de Segovia.
Jordan llega a la zona, situada detrás de las líneas enemigas, guiado por un viejo, Anselmo. Allí, se encuentra con que el jefe de la banda que debe ayudarle a volar el puente, Pablo, es un borracho acobardado. Pero también conoce a María, una muchacha joven de la que enseguida se enamora, y a Pilar, la mujer de Pablo. Pilar es una mujer ruda y fea, pero valiente y de una gran voluntad; tiene una gran lealtad a la República y ayuda mucho a Jordan tanto en la misión del puente como en lo personal con María.
Durante los días precedentes al momento acordado del ataque, Jordan descubre el amor y la importancia de la vida. Pero Jordan también entiende que seguramente morirá y no podrá ir a Madrid con María, como él querría.
En el sentido recóndito e intestino, Por quién doblan las campanas, es una insinuación de la multiplicidad del ser que se hace desde el título del libro, si se quiere desde el mismo enunciado. El hombre hace parte de un "ser colectivo" constituido por todos los hombres; inexorablemente cuando algo de la existencia desaparece es una parte que se desmorona del "ser único" que conforma la humanidad (la unión de todos los seres), que emana la existencia como una rúbrica social. De ahí las palabras de John Donne: La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad [...]por quién doblan las campanas: doblan por ti.
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