martes, 15 de febrero de 2011

MEMORIAS DE UNA GEISHA - DE ARTHUR GOLDEN


Memorias de una Geisha es una novela de Arthur Golden, que fue publicada en 1997.
Cuenta la historia de una geisha que trabajaba en Kioto antes de la Segunda Guerra Mundial.

Estoy seguro que Golden no imaginó el tremendo éxito de su obra, ni tampoco las polémicas y controversias que generó el libro mismo y la película que se rodó.

La historia es narrada por Sayuri, una venerable anciana japonesa afincada en New York, y que en su juventud fue una Geisha.

Siendo su nombre original Chiyo y el de su hermana mayor Satsu, ellas viven en un pueblo de nombre Yoroido. Con la venia de sus padres, son conducidas a Gion por un hombre de nombre Beku, que vende a Satsu a un burdel y a Chiyo a una okiya.
Chiyo se hace amiga de Calabaza, una muchacha que llevaba unos meses más que ella. Después de varios años, Calabaza se convierte en la hermana menor de Hatsumomo y debido a ello, Hatsumono le prohibe hablar con Chiyo.

Debido a sus inusuales ojos, de color azul grisáceo, Chiyo va a convertirse en geisha, a pesar de la rivalidad de Hatsumono, la única geisha actual de la okiya Nitta. La arrogante Hatsumono advierte el potencial de Chiyo, ya que representa una posible competencia. Chiyo queda reducida al papel de sirvienta de la okiya, perdiendo sus posibilidades de convertirse en geisha a causa de las maquinaciones de Hatsumono.

Su breve encuentro con el Presidente consigue cambiar su suerte. Chiyo llama la atención de la geisha con más éxito en Gion, Mameha, a la que Hatsumomo desprecia porque la supera en cada aspecto y a la que no puede vencer, porque Mameha ha obtenido su independencia como geisha, mientras que Hatsumono aún no.

Mameha adopta a Chiyo como aprendiz (hermana menor) y la prepara para competir contra Hatsumono, (Chiyo piensa que Mameha sólo quiere usarla para vengarse de Hatsumono, pero al final se entera de que lo hace por recomendación del Presidente). Cuando Chiyo inicia su aprendizaje junto a Mameha recibe un nuevo nombre: Sayuri. Sayuri y Mameha acaban completamente con la reputación de Hatsumono, que es expulsada de la okiya.
Geisha. Rostro de porcelana

Una vez que vende su virginidad, Sayuri no es sólo una geisha con éxito, consigue pagar todas las deudas que tenía con la okiya de Nitta y es adoptada por el ama de la okiya.

El inicio de la Segunda Guerra Mundial, supone un nuevo reto para la heroína. De pronto, sus logros se vuelven irrelevantes y su belleza física queda devaluada debido al trabajo manual y la carencia de alimentos. Su vida de lujos cambia y es sustituida por duras condiciones y trabajo físico.

Durante su período como geisha antes de la guerra, vuelve a encontrarse con el Presidente, pero no consigue acercarse a él tanto como quiere. En cambio, las circunstancias la empujan a unirse a Nobu, el mejor amigo del Presidente. Es Nobu quien salva a Sayuri de la dureza de la guerra hasta que Gion pueda recuperar su antiguo esplendor, bajo la condición de que le permita después ser su danna, cosa que ella acepta a pesar de que es el Presidente el hombre que ella desea.

No es hasta que se encuentra en una situación indeseable que el deseo de Sayuri de estar junto al señor Presidente la libera y ella sale en busca de su propio destino.

Cuando el señor Presidente la saca de la okiya para que sea su danna y debido a los continuos viajes de negocios del señor Presidente, ella establece una casa de té para empresarios japoneses en Nueva York, de modo que el señor Presidente puede salvar su imagen en Japón cuando su hija está a punto de casarse con un hombre destinado a ser su heredero.

Golden realizó una gran investigación en el Japón, entrevistando a muchas personas y geishas durante mucho tiempo, con lo que pudo armar la estructura de su novela. Una de las condiciones establecidas para estas entrevistas, era mantener la confidencialidad de la identidad de las personas involucradas, sobre todo de las Geishas, ya que se podría crear un malestar si se rompía la hermética mística que rodea a esta tradición.
El error que cometió Golden fue incluir en la lista de agradecimientos el nombre de Mineko Iwasaki, una de las geishas entrevistadas, quien no reparó en denunciarlo por romper el acuerdo, e incluir supuestas apreciaciones falsas sobre las geishas japonesas.

Luego, la película dirigida por Rod Marshall en el 2005 y que alcanzó tres premios Oscar, fue censurada  tanto en Japón como en China, mercados importantes para los distribuidores, a raiz de utilizar en el elenco a protagonistas chinas en la representación de las Geishas.


1 comentario:

  1. Uno de mis libros favoritos, lo leí hace unos años y me encantó, es un libro maravilloso

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