domingo, 22 de mayo de 2011

ARRÁNCAME LA VIDA - DE ÁNGELES MASTRETTA


La historia se desarrolla en la ciudad de Puebla, los personajes principales son: Catalina Guzmán (Cati), una mujer receptiva, inteligente, asertiva, ingenua, tolerante, intuitiva y sobre todo muy impulsiva; estaba casada con el general Andrés Ascencio, un hombre el cual era un típico macho mexicano, muy autoritario e incapaz de mostrar sus sentimientos; otro personaje relevante que aparece en el transcurso de la novela es Carlos Vives, un hombre muy interesante y completamente diferente a el general Andrés se podría decir que fue quien hizo sentir plena y amada nuevamente a Catalina.

Cati tenía entonces menos de 15 años, y Andrés tenía más de 30 años, ellos se conocieron en los portales del zócalo de la ciudad de puebla, ella quedo impresionada por que Andrés era una persona muy importante y ella era una humilde hija de campesinos, al igual que ella sus padres se sintieron muy alagados por que el poderoso general Ascencio se hubiera fijado en su hija, no les importaban todos los rumores que se decían de el, ellos solamente pensaban en que seria la oportunidad de tener una vida un poco más digna de la que habían tenido hasta entonces.

Un día llego Andrés a casa de Cati para sacarla de su casa como su esposa. Cati hubiera querido salir de su casa vestida de blanco, casarse en la catedral, con muchas flores, etc. Pero el general rompió sus sueños mostrando su ya famoso autoritarismo dijo a Cati― vengo por ti para que nos vayamos a casar― y ese mismo día se la llevo al registro civil para hacerla su esposa. Catalina estaba muy confundida por que de un día para otro dejo de ser niña para ser la esposa del general Andrés Ascencio.

Andrés era una persona que se interesaba mucho en la política, y su sueño era llegar a ser gobernador el estado de puebla, no permitía que Catalina se metiera en sus asuntos y siempre que ella le preguntaba algo sobre sus negocios la evadía. Cati comenzaba a sentirse cada vez más sola y comenzaba a deprimirse, por eso ella decidió buscar un curso de cocina donde conoció a sus amigas Mónica y Pepa, y fue así como ya no se sentía tan sola.

Andrés le era infiel a Cati, era bien sabido por todos que tenia muchas mujeres a las cuales les daba casa y comida, Cati tenia muchas presiones, muchas veces pensó en huir y dejar todo atrás pero no pudo; Cati iba conociendo cada vez mas al hombre con quien se había casado, un hombre el cual mataba a todo aquel que se interpusiera en su camino, un hombre capaz de hacer lo que fuera con tal de satisfacer sus necesidades.

Con el tiempo catalina no solo se dedicaba a realizar diversas acciones en puebla, sino que también, Andrés la mandaba a México a informarse de cómo estaban las cosas allá y que era lo que se rumoraba. Catalina se había enamorado del secretario del presidente de la republica, llamado Fernando Arizmendi, buscaba pretexto alguno para estar cerca de el u oír su voz; cada vez que ella llegaba a México deseaba verlo y regresaba a puebla muy radiante hasta el día que supo, por medio de su esposo, que era gay.

Un día mientras caminaba escuchó una música que salía de bellas artes, y se dirigió hacia ese lugar en busca de donde provenía esa música tan suave y lenta; una orquesta ensayaba bajo el mando de un hombre. Ella se sentó escuchando atenta, al ser vista por el director de la orquesta fingió ser periodista.

Ese mismo día a la hora de la cena se encontró con una gran sorpresa… el director de la sinfónica era amigo de su esposo desde hacia mucho tiempo, estaba de regreso después de estudiar en Europa y tenia gran inquietud por que la nación tuviera una sinfónica. Desde ese día Catalina se enamoro de el.
Con el tiempo los encuentros entre Carlos y Catalina se hacían frecuentes, pero eran solo encuentros amistosos, ella se sentía cada vez mas atraída por Carlos ya que encontraba rasgos de su padre en él.
 
Así el tiempo paso.  Andrés se veía muy demacrado, envejeció y adelgazo demasiado. Un día se sintió muy mal y llamo a sus doctores de cabecera, ellos le recomendaron reposar, que tan solo era cansancio.
Andrés Mando a llamar a cabañas, el mismo abogado que los había casado, para que firmara el testamento, y murió.
Desde esa noche Catalina se sintió liberada y temerosa de lo que pasaría en su vida. Ella mando a traer a todas las viudas e hijos para repartir los vienes puesto que no quería que la gente dijera que ella era una egoísta.
El general fue enterrado en Zacatlán, lugar donde el nació, Catalina no lloro durante el velorio; en el entierro pidió a sus hijos que se despidieran de su padre antes de ser sepultado. Después recordó como resistió el llanto mientras enterraban a Carlos y lloro bajo la lluvia… ahora tendría esa libertad que tiempo atrás Andrés le había quitado.
 
 

1 comentario:

  1. Bueno, uno más que conozco y que no conocía, aunque éste no irá a la lista, pero me gusta ir conociendo ...
    Un abrazo

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