Ante todo, confieso que este libro lo leí de prestado. En Lima es muy caro, así como todos los de Anagrama.
La primera parte de esta novela es el diario personal del joven mexicano de diecisiete años Juan García Madero, aspirante a poeta. Narra sus encuentros durante los últimos meses de 1975 con poetas veinteañeros de un movimiento denominado realismo visceral o realvisceralismo por el que se siente atraído.
Al tiempo que va iniciándose en el sexo con muchachas cercanas al movimiento y con la iletrada y joven prostituta Lupe, hace amistad con el chileno exiliado Arturo Belano y con el mexicano Ulises Lima, principales personalidades de dicha corriente artística, aunque apenas publican más que poemas sueltos en algunas revistas, viven de traficar con droga, roban libros y se arriman interesadamente al arquitecto mexicano de origen catalán Quim Font, cuyas dos hijas adolescentes son poetas del grupo.
Belano y Lima piden prestado a Font su coche para viajar a Sonora, en busca de Cesárea Tinajero, la principal superviviente del primer brote realvisceralista, que arrancó en los años veinte. Al viaje se suma inesperadamente la prostituta Lupe, perseguida por su enfurecido chulo Alberto, y el propio García Madero, por afán de defender a ésta.
La segunda parte de la obra la constituye un largo carrusel de monólogos de diversos personajes que durante los veinte años siguientes han tenido alguna relación con Arturo Belano y Ulises Lima, de manera que en sus relatos (no se sabe a qué interlocutor) se van trazando indirectamente las evoluciones de ambos durante ese tiempo, aunque no el desenlace de la visita a Sonora.
Por estas diversas fuentes, conocemos que tras regresar de ese viaje y sin devolver el coche que habían tomado prestado, ambos poetas marchan a Europa. Belano pasará casi todo el tiempo en Barcelona, donde tendrá un hijo, se batirá en un estrafalario duelo con un crítico literario y acabará marchando a Africa en los años noventa, con declaradas ganas de morir, aunque sobrevivirá varios años como corresponsal de guerra hasta que desaparece en Liberia en mitad de los combates.
Ulises recalará en París y tras un breve encuentro con Belano, en el que ambos trabajarán como pescadores, viajará a Israel para visitar a Claudia, una judía argentina de la que está enamorado. El encuentro es frustrante, puesto que ella vive emparejada a un judío mejicano, y Ulises da varias vueltas por el país, es expulsado de un kibutz y acaba en la cárcel y expulsado a Austria, en compañía de un austriaco que ha conocido en prisión.
En Viena también se mete en líos y es igualmente expulsado. Tras una estancia en París, regresa a México, donde obtiene fama de mafioso y drogadicto. Viaja a Nicaragua, en invitación cultural como parte de una delegación de poetas, y allí desaparece de nuevo y deja mal a los que le invitaron. Años después, una secretaria de Octavio Paz narra una serie de encuentros de Ulises con el maestro poeta y premio nobel y da cuenta de un cierto prestigio que Ulises atesora en la ciudad como vestigio del socialvisceralismo, aunque su vida en México parece completamente rutinaria y alejada de la literatura.
En la tercera y última parte, la novela regresa a la forma de diario del joven García Madero y nos narra los detalles del viaje a Sonora que ha condicionado los veinte años siguientes de los dos poetas. Como detectives espontáneos, silvestres, los dos oscuros poetas, junto a la joven prostituta perseguida y al adolescente aspirante, viajan por diversas aldeas de la región recabando pistas de la poetisa Cesárea Tinajero y entrevistando a los que la conocieron, sin poder evitar que el rufián Alberto y un policía corrupto que le acompaña sigan a su vez su propio rastro.
Justo cuando acaban de dar con la ya anciana mujer y la han invitado a subir a su coche, Alberto y el policía caen sobre el grupo y se produce una reyerta con tiros y puñaladas en la que resulta muerta la que menos tenía que ver en el embrollo, es decir, la poetisa, así como el rufián y el policía.
El grupo entierra los cadáveres y se divide, y el joven García Madero, emparejado con la ya liberada Lupe, se quedan a vivir en Sonora mientras que los dos poetas realvisceralistas regresan a Ciudad de México para iniciar el periplo que ya conocemos.
Este es un libro en el cual destaca sobremanera la calidad narrativa de Bolaño. A pesar de la densidad del relato, no cae pesado y disfrutas cada pasaje. Muy recomendable.
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