Esta es una novela de suspenso que fue publicada en 1938 por la autora inglesa Daphne du Maurier. Novela antigua, definitivamente; una de las preferidas de mi madre; pero, ¿cómo me llegaron las referencia de este libro y qué me decidió a leerlo?.
Empecemos por lo más antiguo. Los que venimos del siglo pasado, hemos disfrutado en nuestra juventud de las excelentes películas de Alfred Hitckcock. Entre las preferidas en la familia teníamos justamente a Rebecca (así, con doble "C", como la identifican en inglés), otra película era, Mi Prima Raquel, y la escogida por mí, Los Pájaros (¿se acuerdan, con Rod Taylor?).
No fue difícil averiguar que estas tres películas las produjo Hitckcock, basándose en novelas escritas por una de sus escritoras preferidas, la inglesa Daphne Du Maurier.
Algunos años después, muchos, mas bien, ya lector metódico y alimentando mi actual biblioteca, compré el libro de Kent Follet titulado, La Clave está en Rebeca, sin relacionarlo en absoluto con el libro de Du Maurier. Follet desarrolla una historia de espionaje durante la segunda guerra mundial, y cuyo desenlace se dilucida descifrando un mensaje secreto en clave contenido justamente, en varios párrafos de la novela Rebecca, de Du Marier. De ahí el nombre de su libro. (Hice un post del libro en este blog).
Pues, como comprenderán, Rebeca se convirtió en un libro que tendría que leerlo, aprovechando que lo tenía en casa.
Vayamos a lo nuestro.-
"Anoche soñé que volvía a Manderley...". Nadie que conozca la película basada en esta novela podrá olvidar la voz en off que recita la frase inicial de la obra más lograda de Daphne du Maurier: Rebeca, y así también se inicia el libro.
Así comienzan los recuerdos de la segunda señora De Winter, que la transportan de nuevo a la aislada y gris mansión situada en la húmeda y ventosa costa de Cornalles. Con un marido al que apenas conoce, la joven esposa llega a este inmenso predio para ser inexorablemente ahogada por la fantasmal presencia de la primera señora De Winter, la hermosa Rebeca, muerta pero nunca olvidada.
Su habitación permanece intacta, sus vestidos listos para ser lucidos, y su sirvienta, la siniestra señora Danvers, aún le profesa una devoción malsana. Y con el espeluznante presentimiento de que algo maligno le está aprisionando el corazón, la joven comienza a investigar el verdadero destino de Rebeca: el oscuro secreto de la mansión Manderley, y la misteriosa muerte de su anterior anfitriona, que domina el gran salón desde su retrato inmenso al pie de la escalera. Es imposible no mirarla desde casi cualquier punto de la casa.
Según sus historiadores, Du Maurier se inspiraría en su gran casa abandonada y descuidada, de nombre Menabilly, para escenificar la mansión Manderley.
Novela fascinante. Traten de ver la película también. Al estilo de Hitckcock, los claroscuros y primeros planos de los protagonistas, son de gran elaboración, y la presencia de Rebeca, es casi real.
He leído solo el libro hace unos meses y me gustó bastante, aunque me esperaba otra cosa, quizás me había hecho demasiadas expectativas. Saludos
ResponderEliminarVaya es un buena novela, la leí hace años y también vi la peli una vez la pasaron en un especial de pelis antiguas. Me gustaron los dos, aunque más la peli.
ResponderEliminarInteresante, saludos :)