Desde hace tiempo cargaba con el interés de adquirir una novela escrita por Walter Mosley, un escritor afro americano, considerado uno de los mejores en el género de Novela Negra. Es autor de la serie protagonizada por el detective Ezequiel Easy Rowlins, que hasta la fecha consta de 11 títulos publicados.
Cuando vi este libro en exhibición, me dejé llevar por el nombre de la novela, y lo compré. Mi sorpresa fue, cuando al llegar a casa y leer la sinopsis, me entero que esta es una novela más bien, del rubro erótico. Pues ni modo, a leerla se ha dicho.
El libro narra una etapa de la vida de Cordell Carmel. Su trabajo como traductor no le agobia. La relación que mantiene, desde hace ocho años, con su novia Joelle marcha bien. A los cuarenta y cinco años las expectativas de Cordell no van más allá de lo que ya ha conseguido.
Un día, Cordell le comunica a su novia que tiene que realizar un viaje a Filadelfia para un asunto relacionado con su trabajo de traductor. Antes de tomar el tren, Cordell se reune a cenar con un amigo, Brad Mettleman, representante artístico que está acompañado de una joven fotógrafa, Lucy Carmichael, recién llegada de Darfur. La chica, rubia y bellísima, quiere exponer su obra en una galería.
La comida resulta muy agradable, y cuando concluye y todos se despiden en la calle, comprueba que ha perdido el tren; así que tendrá que tomar el de la noche. Sin saber muy bien en qué emplear lo que le resta de la tarde, decide visitar a su novia: el apartamento de ella está cerca del restaurante.
Entra en el edificio donde vive su novia y sube directamente al apartamento, sin anunciar su llegada. Al llegar a la puerta, le extraña que ésta esté entreabierta; intrigado, traspasa el umbral y percibe, claramente, los gemidos de satisfacción de su novia.
Lo que observa a continuación, le deja estupefacto: Su novia está en la cama disfrutando enormemente; está gozando como nunca lo ha hecho con el propio Cordell. Sus gemidos se acompasan con el vaivén cadencioso y potente del tipo que la está amando; sí, un tipo blanco que Cordell conoce muy bien: Johnny Fry.
A partir de este momento, la vida de Cordell Carmel dará un giro de ciento ochenta grados. Se ha marchado del apartamento de su novia sin que hayan notado su presencia; ha visto reflejado en la mirada de Joelle el placer y el deseo que nunca mostró hacia él. Ha sido testigo de una escena de sexo que ni siquiera se hubiera imaginado llevar a cabo con "su chica". Y, sobre todo, la ha visto gozar como nunca; en brazos de Johnny Fry.
Por eso ahora tiene una sola obsesión: Matar a Johnny Fry.
Sin casi darse cuenta, en una sucesión de acontecimientos extraordinarios, la vida anodina y rutinaria de Cordell Carmel se verá sacudida por la irrupción voluptuosa de unas mujeres (entre ellas la bella Lucy Carmichael) que le proporcionarán la realización de todas sus fantasías sexuales; que sacarán a relucir todo su potencial amatorio y que harán, de nuestro protagonista, el complemento idóneo para satisfacer la sexualidad sin concesiones de todas ellas.
Como hilo conductor dentro de la historia que se nos narra discurre otra historia más: la que acontece en el DVD pornográfico que Cordell alquila impactado por la imagen de su novia y Johnny Fry. En efecto, a través de la protagonista de la película pornográfica, Cordell se adentra en el circuito de los espectáculos eróticos y la variada fauna que los puebla.
Pero no olvidemos que ésta es una "novela negra" y como tal discurre por los cauces propios del género; en la narración subyace la idea primigenia, el "leit motiv" esencial: Matar a Johnny Fry... el desenlace, tan sorprendente como inimaginable y genial, resulta apoteósico; el culmen perfecto para una narración que "atrapa" al lector desde la primera a la última página.
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