Adquirí este libro a ojos cerrados porque, para bien o para mal, nunca se sabe; devoro todo lo que el señor Follet escribe. He de reconocer que ni siquiera miré el título, ni de que va el argumento, sólo me fijé si era de Follet, y entonces lo compré. Lo cierto es que este no lo tenía y decidí leerlo.
Una vez concluida su lectura, debo decir que a mí si me ha gustado. Los libros sobre sagas familiares son una de mis debilidades, y esta es una saga pero a lo bestia.
Una vez concluida su lectura, debo decir que a mí si me ha gustado. Los libros sobre sagas familiares son una de mis debilidades, y esta es una saga pero a lo bestia.
LA novela narra la historia de la riqueza de la familia Pilaster que se basa en el banco de la familia, una de las más sólidas y respetables instituciones financieras del Londres victoriano. En torno al consejo de administración, que preside el anciano Seth Pilaster, giran las ambiciones de la familia, sobre todo las de Augusta, su maliciosa nuera, y las de Hugh, nieto de Seth. Augusta, junto a su falta de escrúpulos, cuenta con la alianza de Miguel Miranda, vástago de una brutal familia de caciques sudamericanos que desea contar con el apoyo del banco para sus proyectos de dominio. La lucha entre la perfidia de Augusta y la tradicicón de honradez de Hugh marcará durante treinta años los destinos del banco.
La localización, el Londres del siglo XIX, una ciudad hermosa, en un periodo de tiempo apasionante por los cambios sociales, políticos y económicos que se produjeron.
A Ken Follet se le podrá criticar muchas cosas, pero entre ellas no estará la de situar mal sus historias.
El montaje de la historia a través del Londres, en pleno apogeo industrial, es impresionante. Con sinceridad, he disfrutado como un loco, gracias a las páginas de este libro, haciendo turismo por Hyde Park, Kensington, Leicester, Piccadilly, o mí favorito, el distrito Babilonia, letal, pero hechizador.
A Ken Follet se le podrá criticar muchas cosas, pero entre ellas no estará la de situar mal sus historias.
El montaje de la historia a través del Londres, en pleno apogeo industrial, es impresionante. Con sinceridad, he disfrutado como un loco, gracias a las páginas de este libro, haciendo turismo por Hyde Park, Kensington, Leicester, Piccadilly, o mí favorito, el distrito Babilonia, letal, pero hechizador.
Es maravillosa la manera en la que te adentras en las costumbres de los londinenses de la época. Como se divertían las clases altas, pero también como lo hacían las clase menos favorecidas. En este punto, por tanto, un diez. No hay ni un sólo detalle que esté dejado al azar: las ropas, lo que se comía, los transportes, los juegos, la economía.
En la trama de la novela encuentras de todo, como en casi todo lo de Follet: sexo, envidias, peleas, intrigas, engaños, malentendidos. Los personajes, son muchos y variados, y todos juegan un papel importante en el desenlance de las casi setecientas páginas del libro.
Tenemos desde el que es tan bueno que se cae de tonto, hasta el que es tan malo, que es imposible que sea más malo por que sino se golpearía a sí mismo.
Mi personaje favorito es Augusta. Es como Darth Vader pero sin sable laser. La intriga, traición y falta de escrúpulos hecha mujer. Todo lo que se propone es cuestión, o de poner precio, o de eliminar al que no se deja poner dicho precio.
Mi personaje favorito es Augusta. Es como Darth Vader pero sin sable laser. La intriga, traición y falta de escrúpulos hecha mujer. Todo lo que se propone es cuestión, o de poner precio, o de eliminar al que no se deja poner dicho precio.
Este es un libro, muy recomnedable para los fans de las sagas familiares -esta ocupa casi todo el siglo XIX- y como no, para los seguidores de Follet.
Me fío tambiém de Follet. Estpy a punto de coger "La caída de los gigantes". No conocía éste, que está muy de moda el tema de los bancos, jeje. Muy apropiado, ¡ya lo creo! lo apunto
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