Al rescate del honor.
La trama de esta novela gira alrededor del respeto a los códigos de caballeros y resguardo de los secretos confiados, que a finales del siglo XIX se iban perdiendo en la España de ese entonces.
Las escaramuzas a capa y espada, y los duelos de esgrima, normados y ceremoniosos, fueron cambiando hacia las armas de fuego y los ataques alevosos a mansalva en esta España de 1868.
Felizmente, Don Jaime Astarloa eximio esgrimista, trata de mantener esta noble tradición a través de sus clases de esgrima como herramienta para rescatar el honor y la honestidad entre los caballeros que asisten a su estudio.
Don Jaime además, es custodio de un importante secreto que le confiara su entrañable amigo Luis de Ayala, el cual no se atreve a desvelar por respeto a la confianza que le fue depositada.
Hasta que un día llega a su estudio una mujer de nombre Adela a solicitar sus afamadas clases, cambiando para siempre la vida del maestro.
Adela de Otero es una asesina asalariada que busca robarle a Don Jaime, el secreto que custodia con devoción.
¿Qué tan importante es este documento?, pues en la novela no se menciona, pero sí hace una notoria advertencia al gran escándalo que se generaría en la corte del Rey, si es develado.
Justamente ahí está la trama. Además Pérez Reverte incluye otro ingrediente infaltable en estas historias: Don Jaime queda prendado de Adela. Es un amor otoñal ya que a sus 56 años, un anciano para la época, corre el riesgo de ser rechazado por su amada.
Ahora es que surge la esencia del libro. Defender el honor, rescatar sus nobles principios, o sucumbir al amor tardío.
No es una típica novela romántica de fines de siglo. Es un caso policial que cuenta además con todos los componentes de las historias de caballeros y damiselas, en una época que está llegando a su fin.
El desenlace es el obligado. La conspiradora muere de una estocada a manos de Don Jaime un florete justiciero y leal a la orden de la corona, quien de esta dolorosa manera, pone a salvo su vida, su honor, su honestidad, su amistad, y también a la corte del Rey.
El duelo final ilumina la mente del maestro para acabar con un tratado de esgrima que le ha llevado la vida entera perfeccionar como legado.
¿Qué más se le puede pedir a un caballero?
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